Me desperté temprano y saqué al perro

Hay d#as en que ciertas decisiones se imponen sin pedir permiso: Tracy  Waterhouse, una mujer de mediana edad con unos kilos de m#s y muchas ilusiones de menos, paseaba distra#da por un centro comercial de la ciudad de Leeds, intentando decidir qu# galletas comprar para dar un poco de color a su cena solitaria, cuando vio a una ni#a corriendo, arrastrada de la mano de una prostituta conocida en el barrio. De repente, Tracy supo que comprar#a algo m#s que galletas: al poco rato,  la ni#a estaba en su coche y desde entonces la vida ha sido para ella  un ir y venir de emociones desconocidas. Tracy confiaba en que nadie ser#a testigo de ese extra#o negocio, pero  Jackson Brodie, reci#n llegado a Inglaterra para resolver un caso de falsa identidad, entra en escena: sus dotes de gran investigador y de hombre deliciosamente imperfecto van a convertir una trama policial en  una historia donde las cuestiones morales son las que importan. Con esta cuarta entrega que tiene como protagonista al detective Jackon Brodie, Kate Atkinson se revela una vez m#s como la espl#ndida heredera de una tradici#n que tiene en sus filas a mujeres de la talla  de Patricia Highsmith y P.D. James. "A Kate Atkinson la reconoces por su estilo...Es una gran novelista a secas." New York TimesUn nuevo caso del gran investigador Jackson Brodie, con todas las buenas cualidades de la prosa de Kate Atkinson.Kate Atkinson  recibi# el Whitbread Book Prize por su primera novela, Entre bastidores. En 2004 se public# Expedientes, la primera narraci#n protagonizada por el ex polic#a e investigador Jackson Brodie. Unos a#os m#s tarde apareci# Incidentes, donde el gran Brodie volv#a a triunfar. Esperando noticias fue la tercera entrega que tiene como protagonista el mismo detective, un personaje que ya ha cautivado a miles de lectores en todo el mundo, y fue tambi#n la primera de las novelas de Kate Atkinson que se incorpor# al cat#logo de Lumen. Ahora le sigue Me despert# temprano y saqu# al perro, cuyo t#tulo se inspira  en un poema de Emily Dickinson.