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14,73 €Obedeciendo ala convicción de que «los románticos son nuestros contemporáneos más antiguos», Ricardo Silva-Santisteban, cuyastraducciones poéticas de autores ingleses y franceses son ya célebres en todoel ámbito de nuestra lengua, se lanzó a este proyecto hace ya muchos años.El Romanticismo inglés cubre un períodoaproximado de 50 años que podría acotarse, en términos históricos, entre 1782,al final de la guerra de independencia de Estados Unidos, y 1832, año en que seaprueba en Gran Bretaña el acta de reforma de la ley electoral que daba accesoal voto a amplias y nuevas capas electorales. Pero, si habláramos en términosestrictamente literarios, debería retrotraerse el origen de «la nueva sensibilidad romántica» hastala publicación, en 1764, de una mítica mala novela, El castillo de Otranto deHorace Walpole, que inauguró lo que hoy conocemos por «novela gótica» y quetuvo una inesperada repercusión porque rompía una lanza en favor de unaliteratura en la que primaba ante todo la imaginación,el exotismo y en cierto modo el mundo del inconsciente, elementosfundacionales los tres del movimiento romántico. Ahora bien, paradójicamente,la novela no dio grandes obras durante este período: en cambio, fuebrillante, exultante, renovadora y hasta escandalosa la obra poética de seis auténticos genios de la poesíamundial: William Blake(1757-1827), William Wordsworth(1770-1850), Samuel Taylor Coleridge(1772-1834), Lord Byron (1788-1824), Percy B. Shelley (1792-1822) y John Keats (1795-1821). Curiosamente, Blake, que abrió el fuego con una obraextraordinaria, no influyó en absoluto en sus contemporáneos. Por eso, tal vez,se reconoce más bien el año 1798, cuando salió a la luz Las baladas líricas de Wordsworthy Coleridge, como la fecha delnacimiento oficial del Romanticismo inglés, al igual que se fija su fin en lamuerte de Byron en 1824. Ensustancioso prólogo de Silva-Santisteban el lector encontrarádetalladamente descritas las características que los diferenciaron no sóloentre sí, sino del resto de sus predecesores y contemporáneos.