Cuando en 1997 publicamos Elvientre de la ballena (Andanzas 280) sabíamos que Javier Cercas iba a ser un valor seguro entre los nuevos novelistasespañoles. Por si todavía quedaban dudas, Soldados de Salamina vuelve aconfirmarnos que nos encontramos ante un novelista de fuste, ágil y de enormeastucia, capaz de arrastrar en su entusiasmo al lector más tibio.Un joven periodista topa porcasualidad con una historia fascinante, y muy significativa, de la Guerra Civilespañola, y se propone reconstruirla. Cuando las tropas republicanas se retiranhacia la frontera francesa, camino del exilio, en el desorden de la desbandadaalguien toma la decisión de fusilar a un grupo de presos franquistas. Entreellos se halla Rafael Sánchez-Mazas,fundador e ideólogo de Falange, quizás uno de los responsables directos delconflicto fratricida. Pero Sánchez-Mazas no sólo logra escapar del fusilamientocolectivo, sino que, cuando los republicanos salen en su busca, un milicianoanónimo le encañona y en el último momento le perdona la vida. Su buenaestrella le permitirá vivir emboscado hasta el final de la guerra, protegido por un grupo de campesinos dela región, aunque siempre recordará a aquel miliciano de extraña mirada que nolo delató. El narrador se propone desentrañar el secreto del enigmáticoSánchez-Mazas, de su asombrosa aventura de guerra, pero sólo para acabardescubriendo, en un quiebro inesperado, que el significado de esta historia seencuentra donde menos podía esperarlo, «porque uno no encuentra lo que busca,sino lo que la realidad le entrega».Como insiste en afirmar el propionarrador, Soldados de Salamina es un «relato real»; los lectores, sin embargo, lo leerán como un thriller: Cercas nos embarca en una investigación de hechos históricos queresulta apasionante porque su propósito es desentrañar un secreto que seresiste a ser desvelado, un secreto esencial que concierne no sólo a nuestro pasado más incómodo, sino sobretodo a la condición humana.